La depresión infantil se caracteriza por un estado de ánimo depresivo, pérdida del interés o falta de placer en actividades que antes les resultaban agradables. Al igual que la depresión en adultos, la depresión infantil puede manifestarse de diversas maneras y puede tener un impacto significativo en el funcionamiento diario y el bienestar del niño. Algunos de los síntomas comunes de la depresión infantil son:
- Estado de ánimo depresivo o irritable
- Cambios en el apetito y el peso (pérdida o aumento).
- Problemas de sueño (insomnio o hipersomnia).
- Fatiga y falta de energía.
- Dificultad para concentrarse o indecisión.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
- Disminución del interés o de la capacidad para el placer.
- Agitación o enlentecimiento psicomotores.
- Pensamientos recurrentes de muerte, suicidio o autolesiones (en casos graves).